La piedra ojo de tigre es un mineral de cuarzo de color marrón y amarillo. También se compone de otros materiales, como la riebeckita y la limonita. Poseerlo conlleva múltiples beneficios y ventajas. Protege, ante todo, del peligro, ayuda a alcanzar esos objetivos económicos que nos trazamos y, en suma, mantiene el equilibrio mental y corporal. Pero tener una implica una serie de cuidados. Normalmente, se lava con agua y, a la hora de recargarse, necesita ante todo sol. Otras materiales que se emplean en su recarga o limpieza son la sal y el incienso. Visitar un sitio especializado.
Usos del ojo de tigre
En general, entre sus múltiples virtudes, destacan la vitalidad y el fortalecimiento de la sangre y el organismo. De hecho, resulta esencial para el reequilibrio de las hormonas y la química corporal, lo que redunda en una buena salud. Los principales órganos a los que afecta favorablemente son los reproductores, la garganta y los ojos. También sirve como talismán de la suerte, pues atrae dinero hacia el trabajo y el hogar, por lo que resulta ideal para regalar a emprendedores. En suma, es una piedra que aleja del peligro a aquel que la porta. Se usa, generalmente, contra hechizos y males de ojo. No obstante, la piedra ojo de tigre actúa asimismo como espejo, de modo que le dice también a este cuáles son sus defectos. En litoterapia, se usa con el fin de reenfocar la energía y ayuda a estructurar adecuadamente los pensamientos. Aleja la tristeza y acerca la creatividad. Por ello, suele colocarse en dormitorios, para evitar que la negatividad entre en el hogar, cuando uno se encuentra más vulnerable.
Variedades del mineral
Existe una variedad de Arizona, seudomorfo del cuarzo. En realidad, se trata de un ópalo proveniente de la serpentina fibrosa. Hay igualmente otra piedra de color azul, en vez de marrón, conocida como "ojo de halcón", la cual se usa especialmente para reducir el estrés y resulta muy habitual encontrarla en pulseras. Su pigmentación se debe a que evoluciona a partir de un seudomorfismo del cuarzo, en combinación con la crocidolita. Por último, en el de hierro, las bandas fibrosas se componen de limonita naranja y hematita marrón. En cuanto a su procedencia, es uno de los minerales abundantes en Sudáfrica, especialmente en la provincia de Cape. También se ha de señalar la conocida como "ojo de buey", o uno de tigre calentado, con un color marrón-caoba, en vez de marrón-amarillento. Se caracteriza especialmente por su efecto chatoyance, gracias a sus bandas verticales, que recuerdan a los ojos de un gato.
Historia de la piedra ojo de tigre
Este mineral ya era usado durante el Imperio romano como amuleto de la suerte por parte de los guerreros en las arduas batallas. En la Edad Media, se empleaba para ahuyentar el mal de ojo. Su nombre se debe, precisamente, a su similitud con la mirada felina del tigre. En el siglo XIX, se volvió a redescubrir en Sudáfrica. Se consideró entonces una piedra preciosa y se vendía por cantidades elevadas. A comienzos del XX, también se recolectaba en el norte de África. A raíz de esta sobreexplotación, empezó a considerarse semipreciosa. Sus usos actuales se circunscriben a la litoterapia, pero también a la joyería. En esta última, se utiliza como brazalete, pulsera o colgante. Cabe señalar igualmente que, una vez adquirido el producto, se recomienda proceder a su purificación. Se hace con motivo de que la piedra se adecúe correctamente al propietario en particular. Cuanto más pequeña sea esta, más habrá que limpiarla. Si se encuentra insertada en joyas, estas deben adecentarse cada seis meses.
Cuidados de la piedra
Su limpieza se hace, principalmente, con agua y sal. Se puede poner directamente debajo del grifo, o bien usar agua de manantial, cascada o arroyo. A continuación, se debe frotar un poco con sal. En otras ocasiones, resulta suficiente con pasar un paño suave de manera ligera. Si se usa agua de manantial, este le transmitirá toda su fortaleza natural al mineral. Muchos recitan un mantra o una oración breve. Además, otras personas utilizan jabón, en vez de sal. Y, para que esta piedra alcance su poder, se ha de recargar, por lo que se aconseja una exposición solar de unas cuatro horas. También la luna resulta especialmente beneficiosa, por lo que puede recibir baños lunares de hasta seis horas. También puede introducirla en bloques de sal marina durante tres horas. Por último, el incienso ayuda a sacar todas aquellas energías negativas que se hubieran podido posar sobre la piedra.