El sistema inmunitario humano es complejo, sofisticado y flexible. Sin embargo, sus cualidades no significan que sea infalible. Por ello, para fortalecerla, es aconsejable llevar un estilo de vida saludable y tomar suplementos vitamínicos.
Entender el sistema inmunitario
El sistema inmunitario está compuesto por el bazo, la médula ósea, los glóbulos blancos, el timo, los anticuerpos y el sistema linfático. Estos órganos y células se encargan de luchar contra los invasores que atacan al organismo. Puede ser un virus, un microbio, una bacteria, una infección o un hongo.
La función del sistema inmunitario y uno de sus múltiples mecanismos de defensa es memorizar todos los microbios que entran en el cuerpo para reconocerlos más rápidamente y combatirlos mejor si vuelven. Desgraciadamente, esto no se aplica a la gripe o al resfriado común, que pueden ser causados por diferentes microbios.
En principio, la primera acción que realiza el sistema inmunitario cuando se enfrenta a un invasor es crear una barrera para mantenerlo fuera. Si esto falla, produce proteínas y glóbulos blancos para matar y evitar que el invasor se extienda. Si el microbio se multiplicara, el sistema inmunitario trabajaría más para derrotarlo. A pesar de ello, hay algunas enfermedades que el sistema inmunitario tiene dificultades para combatir. Con el fin de fortalecerla para afrontar mejor a los invasores, podemos consumir suplementos y vitaminas, pero también adoptar un estilo de vida saludable. Para saber más, visite www.bionaturista.net/
¿Por qué reforzar el sistema inmunitario?
Una de las características del sistema inmunitario es su increíble flexibilidad. Si uno de sus componentes tiene dificultades para contrarrestar a un invasor, otro suele acudir para compensar esta deficiencia. A pesar de esta capacidad, a veces el sistema inmunitario de una persona es deficiente, por un número sorprendentemente grande de razones.
La inmunodeficiencia es una de estas razones. Puede estar causada por ciertos medicamentos (quimioterapia, esteroides), por la genética (falta de células B, bajo recuento de glóbulos blancos) o por infecciones (VIH). También ocurre que el sistema inmunitario recibe una falsa alarma y reacciona contra algo que no es un invasor. Esto es lo que provoca las alergias. A veces reacciona de forma exagerada y abruma al organismo con sus componentes, lo que a menudo conduce a la muerte del paciente.
El sistema inmunitario normalmente tiene la capacidad de distinguir entre el enemigo y sus propias células. Esta capacidad se llama tolerancia. Si, por el contrario, es incapaz de diferenciarse, se denomina autoinmunidad. La autoinmunidad puede afectar a una parte específica del cuerpo humano, como un órgano o unas proteínas. También hace que las transfusiones de sangre, los trasplantes de órganos y los trasplantes de piel sean más complicados y puedan provocar rechazo.
¿Cómo fortalecer el sistema inmunológico?
Aunque la función principal de nuestro sistema inmunitario es proteger nuestro cuerpo de las agresiones externas, a veces encuentra dificultades en esta guerra. A veces incluso puede perderla. Así que es natural que cualquiera busque una forma de reforzar su sistema inmunitario. No es de extrañar que un estilo de vida saludable sea el primer paso hacia un sistema inmunitario fuerte y funcional. Se trata de acciones y hábitos alimenticios aparentemente sencillos que la mayoría de la gente olvida o descuida.
Es importante mantener una buena higiene lavándose las manos regularmente y teniendo especial cuidado al cocinar los alimentos. También es aconsejable minimizar el estrés, dormir bien, practicar una actividad física regular, comer de forma saludable (ni demasiado dulce ni demasiado salado, comer fruta y verdura), moderar el consumo de alcohol, dejar de fumar y mantener un peso estable y normal. Pero hoy en día también existe una nueva forma de reforzar el sistema inmunitario: tomar suplementos. Pueden ser vitaminas o probióticos.
¿Qué es la graviola?
La graviola es el fruto de la Annona Muricata, un árbol originario de las regiones de América del Sur y Central. En algunos países, se consume como cualquier otra fruta e incluso se utiliza en la fabricación de zumos de frutas. En otros, su capacidad para tratar muchas afecciones lo convierte en un ingrediente estrella de los suplementos vitamínicos.
Se sabe que los extractos de graviola combaten ciertos tipos de cáncer, como el de mama y el de páncreas. También aumentan los linfocitos, células que ayudan a eliminar las células cancerosas. Sus extractos también tienen efectos antivirales que tratan el herpes.
Esta fruta también tiene propiedades antiinflamatorias que alivian el dolor y reducen el azúcar en la sangre y la presión arterial. El consumo de graviola ayuda a equilibrar el peso y a regular los niveles de azúcar en sangre en los diabéticos. También disminuye la presión arterial, reduciendo el riesgo de problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares.